La Topología elemental de Mario César Tomei es un libro único. Ninguno de nosotros, psicoanalistas lacanianos, ha estado más cerca del cross-cap que durante la lectura de sus páginas. Ninguno de nosotros, duros de entendederas para las cuestiones de la matemática, se ha identificado más fácilmente con una hormiguita “ultra plana” que a partir de sus sencillas y sorprendentes ilustraciones. La superficie como el mar o como la cara de una pared vista desde su interior; el punto compartido de las avenidas Callao y Santa Fe; el mapa arrugado que deja sus puntos en bicontinuidad y biunivocidad; la construcción razonada de la banda de Moebius y del toro; las semitorsiones; la directriz con la generatriz y el alma diferenciándose de la corriente de aire, son personajes que juegan el juego del espacio: aparecen, se dejan ver, intuir… Nos permiten acercarnos y, aunque no haya cartel alguno sugiriendo lo contrario, no se dejan tocar del todo…