La biblioteca de J. Lacan Entre muchos otros existe el siguiente mito sobre la enseñanza de Lacan: él no hizo públicas las fuentes bibliográficas y autorales de sus referencias científicas, filosóficas y artísticas. Sin embargo, alcanza con estudiar con rigurosidad y seriedad su obra globalmente considerada y en versiones fidedignas para descubrir que casi nunca faltan las indicaciones sobre cuál es el autor del cual Lacan está realizando una lectura, una crítica o una articulación.
En cambio sí existe un problema real respecto al conocimiento de las fuentes bibliográficas de la obra de Lacan: luego de casi cuatro décadas de su fallecimiento aún no contamos con un catálogo de acceso público de los libros, artículos y demás materiales que Lacan dejó al momento de morir en su biblioteca personal.
Por tal motivo inicié hace pocos días una campaña pública a través de Facebook solicitando a los propietarios de los derechos legales de los bienes de Lacan que nos permitan a los estudiosos e investigadores de su enseñanza acceder al catálogo de su biblioteca. Así como está disponible “Freud’s Library, A Comprehensive Catalogue Freuds Bibliothek Vollständiger Katalog”, con el fin de que la enseñanza de Lacan no caiga en barbecho, es necesario preservar todas sus dimensiones, en especial una tan importante como las fuentes de una obra de enorme valor científico y cultural.
Para que esta campaña llegue con fuerza persuasiva sobre los poseedores de los derechos hereditarios de Lacan, solicito a los lectores de estas líneas, que estén de acuerdo con mi petición, suscriban este petitorio, indicando nombre, apellido y ciudad de residencia para confeccionar un listado lo más amplio posible de solicitantes.
Espero que siendo muchos los que necesitamos y solicitamos la información para proseguir y profundizar nuestro estudio con la seriedad que se merece la enseñanza de un autor fundamental para el psicoanálisis, imposible de ser reducido o subsumido ni a un autor anterior ni a ninguno posterior, no se nos niegue este derecho intelectual.
Dr. Alfredo Eidelsztein Buenos Aires, octubre de 2016